Nuestra tienda se había convertido en un invernadero, a las 9 de la mañana ya era imposible seguir durmiendo con este sol de justicia traspasando nuestro fino toldo.
Nos despertamos y exploramos nuestro alrededor ya que habíamos llegado de noche a la zona, a escasos 30 metros teníamos una acequia de agua donde podíamos limpiar nuestra ropa.
Decidimos aprovechar y limpiar un poco nuestras pertenencias así mientras almorzábamos un poco de fruta y pan podríamos secar la ropa rápidamente.
Después de materializar nuestro fantástico plan empezamos a empaquetar nuestras motos para acercarnos a la frontera Azerbayani.
Llegamos a la frontera después del mediodía con un sol increíble nos pusimos debajo del control Georgiano esperando a cruzar la frontera sin ningún problema, nuestra sorpresa fue cuando la policia aduanera nos contó que no podíamos hacer los visados Azerbayanis en la propia frontera y que para tramitarlos necesitábamos volver a la capital.
Madre mía que tontos habíamos sido, ayer estábamos allí y ahora debíamos volver atrás para tramitar un papelito!
Nos subimos a la moto y damos media vuelta por las largas y calurosas carreteras que nos habían traído a la frontera.
Foto carretera creu
Por la tarde y después de varias vueltas conseguimos encontrar la embajada, entramos y preguntamos por nuestro problema, la mujer nos contesta que las visas solo se tramitan por las mañanas y que hoy al ser viernes tendremos que esperar al lunes. Vamos a necesitar una reserva de hotel 2 fotos y rellenar un formulario y paciencia para que llegue el lunes.
Con lo que queda de luz decidimos ir a comprar algo en un super y buscar un sitio bonito para acampar.
Vamos a pasar la noche en una ladera con vistas a toda la ciudad, allí hacemos un fuego y nos cocinamos una rica cena.
En estas circunstancias no se puede pensar en todo y como se suele decir » el que no tiene cabeza ha de tener piernas» . Lo importante es tener las ideas bien claras y saber tomarse las adversidades con serenidad y buen humor.
Quina foto més espectacular! 😀